
UNIVERSIDAD FERMIN TORO
VICE-RECTORADO
ACADÉMICO
FACULTAD DE INVESTIGACIÓN
Y POSTGRADO
MAESTRÍA EN
GERENCIA EMPRESARIAL
PARADIGMAS EN LA MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD
Autores: Calles, Henry.
Martínez, Joanna.
Primera, Alix.
Profesora: Dra. Marialberth Medina.
Catedra:
Desarrollo Gerencial y Liderazgo.
CABUDARE,
OCTUBRE DE 2016
Kuhn (1981) expone que un paradigma “es un conjunto de
relaciones científicas universalmente reconocidas que durante cierto tiempo
proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica”, por
su parte Padrón
(2005) se refiere a “cada una de las conquistas de conocimiento
científico que se iban imponiendo con el tiempo y que, como si fueran modas u
ondas artísticas, comenzaban por desplazar a las tendencias vigentes; siempre
dentro de un mismo esquema estructural que él propondría como explicación a las
revoluciones científicas”.
Tal como lo expresan ambos autores es un cambio de las
ideas y creencias que prevalecieron durante cierto y orientaron las conductas y
acciones de las personas por un tiempo determinado, es así como durante el
desarrollo de la historia de la humanidad se encuentra constituida por la
cosmovisión, que consiste en una perspectiva teórica que la divide en periodos
de tiempo caracterizados por paradigmas que reflejan las ideologías y formas de
resolver los hechos y acontecimientos.
Cosmovisión:
Originalmente,
el término cosmovisión proviene del alemán Weltanschauung, formado por otros
dos términos: Welt, que es mundo y anschauen, que significa observar o mirar. Fue introducido por el
filósofo Wilhelm Dilthey en
su libro “Introducción a las Ciencias Humanas”, entre finales del siglo XIX y
comienzos del XX.
Él
sostenía que la experiencia de
cada ser tenía su origen en el conjunto de principios y valores que tenía la
sociedad en donde se formó. También afirmaba que todas las relaciones,
sensaciones y emociones que habían sido experimentadas en ese mismo ambiente
iban a determinar en un futuro la cosmovisión individual de esa persona.
Dilthey
propone tres tipos de Weltanschauung:
- Primero
el naturalismo, en
donde el ser humano se puede ver a sí mismo como un objeto que la
naturaleza determina.
- Por
otro lado, está el idealismo de la libertad, donde el ser
humano es consciente de que está separado de la naturaleza por su libre
albedrío.
- Por
último, está el idealismo
objetivo, en donde el ser humano toma consciencia de su
armonía con la naturaleza.
Ésta está compuesta por distintas percepciones,
conceptualizaciones y valoraciones que un individuo hace o tiene sobre su
entorno. A partir de las cosmovisiones, cada individuo interpreta el
contexto en el que está inserto. Es también a partir de ella que van a elaborar
sus propias definiciones de las cuestiones diarias de todo ser humano, sobre
términos como “ayuda”, “política”, “familia”, entre otras. Podemos decir que la
cosmovisión, entonces, es integral
y general.
Modernidad
y postmodernidad:
Los periodos de la modernidad y postmodernidad pueden resultar de lo más complejo debido a que es muy incierto ser cronológicamente su separación in embargo, si partimos de la idea de
que como artistas estamos viviendo en un momento de manifestaciones artísticas
postmodernas y por consecuencia estamos en un período postmoderno, y a esto le
sumamos nuestro interés por la docencia, es pertinente cuestionarnos qué
significa ello.
Por esa razón el interés será abordar
modernidad-postmodernidad como paradigmas y no únicamente como etapas en el
desarrollo de la historia, ni cómo estéticas, si no la suma de todo ello, es
decir, desde una perspectiva interdisciplinar donde tomamos herramientas de la
historia, corrientes filosóficas y manifestaciones artísticas, es cómo podemos
abordar para poder ubicar lo que implica el paradigma moderno y el paradigma
postmoderno.
Remontémonos al siglo XV, en donde en términos generales
se ubica el inicio de la modernidad. Lo interesante también es cuestionarnos
¿quién o qué ubica a la modernidad en el siglo XV? La respuesta es sencilla: La
filosofía y la historia del pensamiento occidental, que es el que va a permear
hasta nuestros días por la colonización de América y por el desarrollo
económico, entre otras razones.
A finales del Medievo, existía una fuerte disputa de
poder entre el clero y la aristocracia. El clero por su parte tenía el “poder”
del conocimiento. A través de la escolástica, se valieron del método
aristotélico heredado de la filosofía greco-romana, para afirmar la existencia
de Dios quien a su vez posee la verdad absoluta, la perfección. Fe y razón eran
los temas en discusión dentro de la Escolástica. Sin embargo la razón siempre
estuvo supeditada a la fe, lo más que logró la razón fue en una segunda etapa
del medievo, donde llegó al acuerdo de que fe y razón son lo mismo y pertenecen
a Dios y esto se comprobaba a través del silogismo, como una forma de expresar
el resultado de la razón, surgido del pensamiento aristotélico que desarrolla
la lógica deductiva. La razón poco a poco tomará el cuerpo de la
filosofía y en la tercera etapa del medievo, la filosofía y la fe comienzan a
disputarse el conocimiento de la verdad.
Por otra parte, el medievo no solamente es esta parte
obscura que nos plantea la modernidad. Durante la época medieval se realizaron
muchos avances que después sería nombrados científicos. Un dato importante a
recordar, es que durante ésta época ciencia y magia, arte y artesanía, incluso
cuerpo y mente (porque fe y razón recaían en dios, es decir en un solo cuerpo),
estaban unidos.
Pero retomemos el dato de que la aristocracia y el clero
se disputaban cada vez más el poder socioeconómico de la época. Los
artistas-artesanos trabajaban por encargo y los “estudiosos de la razón”
cada vez avanzaban más en sus estudios y descubrimientos. Un ejemplo de ello es
el siglo XVI, cuando Nicolás Copérnico formula la teoría heliocéntrica, en
donde afirma el movimiento de traslación de la Tierra. Este descubrimiento fue
significativo, porque marca un momento en donde “la verdad” le comienza a
pertenecer a la razón y ya no a la fe. El estudio de la razón marcaría el
comienzo de “la ciencia”, la verdad ahora pertenecería a la ciencia, eso quiere
decir que la verdad dejaría de pertenecer a Dios para pertenecer al Hombre. Por
lo tanto el hombre se convertiría en el centro del universo a través del
conocimiento. Es así como el cuerpo y la mente comenzarían a separarse y a su
vez el hombre se separa de la naturaleza para “dominarla”, dominando el cuerpo
a través de la razón.
Un ejemplo de filosofía, sería el pensamiento de René
Descartes, que va a influir en todo el siglo XVII. El hablaría a través de su
teoría del “Animal-Máquina”, en donde establece una lógica de pensamiento dual,
donde contrapone al “Alma” como sinónimo de pensamiento y al “Cuerpo” como una
simple extensión del mismo. Por lo que según el, los animales son máquinas,
porque son cuerpos sin alma, sin pensamiento.
De ahí que el animal o sea la naturaleza, son inferiores
y por eso pueden ser dominados por el hombre a través del conocimiento. Es por
eso que el pensamiento comienza a dominar la emoción, poco a poco se convertirá
en la objetividad sobre la subjetividad. Comienza la conocida “Era de la
Razón”.
Así tenemos que en la modernidad comenzará con la
fragmentación del conocimiento, de la relación del hombre con la naturaleza e
incluso del hombre mismo. De esta manera van surgir y se van a “inventar” los
conceptos de “Ciencia” y “Arte”. A la ciencia la va a apoyar el “método
científico” que exige la comprobación y el Arte por su parte, estará
justificado por la estética.
La historia marca el fin de la era Medieval a mediados
del siglo XV y el inicio de la era moderna a finales del mismo. Sin embargo
cuando nos referimos al paradigma moderno, estamos hablando de un conjunto de
elementos, sucesos y pensamientos que van a caracterizar un período que comprende
más de cuatro siglos. Por lo que como cualquier suceso y cambio de era en la
historia, sucederá paulatinamente, no es un cambio brusco e impuesto, sino un
cambio que se fue dando a la par de los cambios sociales, políticos, y
económicos de la época.
Es por ello que la historia del arte, nos marca el inicio
del mismo a finales del siglo XV y principios del XVI con la llegada del
Renacimiento, sin embargo la idea de arte del siglo XVI dista mucho de la
moderna idea de “Las Bellas Artes” que conocemos en nuestros días y que
apareció hasta el siglo XVIII con la llegada del Romanticismo.
Entre los siglos XV y XVII, aún prevalecía la relación
artista-artesano, ya que se usaba la misma figura para designar aquellas
personas encargadas de elaborar las pinturas y esculturas que adornarían los
espacios de la nobleza y de la burguesía que cada vez tomaba un lugar más
importante en la sociedad, lo mismo que contrataban a gente para que deleitara
con música y danza sus festejos.
Figuras como la diferencia entre compositor e intérprete
aún no existían, la idea de originalidad tampoco porque los artistas-artesanos
trabajaban en sus talleres y en grupo, no era una sola persona la que realizaba
“el encargo”. Tampoco existía la idea de autonomía, puesto que eran trabajadores
como cualquier otro dentro de la sociedad y por lo tanto dependían de los
encargos que les hiciesen.
Claro que en el siglo XVII empiezan a suceder cambios
significativos en la imagen del artista, pero no es nada suelto, corresponde al
factor económico del mecenazgo. Los artesanos-artistas poco a poco comenzaron a
ser gente que convivía con la nobleza y con la burguesía. Con este factor
comenzarían a verse las actividades como la pintura, la escultura, el teatro,
la música y posteriormente la danza, como actividades de gente noble y poco a
poco los artesanos-artistas fueron “mejorando” su estatus social. Hasta llegar
al siglo XVIII donde nuevamente un cambio económico va a ser sustancial en la
nueva idea de Arte.
Con la paulatina caída de los imperios nobles y el
ascenso social de las clases medias, se termina el mecenazgo y comienza el
mercado del arte con la creación de instituciones como el museo, la sala de
conciertos, los derechos de autor y la academia. Esto sucedió a la par del
éxito alcanzado por las ciencias, apoyadas y sumadas al desarrollo de ideas
propias de la ilustración, los principios humanistas y posteriormente positivistas.
De esta forma el conocimiento fue dividido paulatinamente dividiéndolo en tres
facultades generales, siendo éstas la “memoria” a la cual le va a
corresponder la “historia”, la segunda sería la “Razón” tan mencionada desde el
medievo y a la cual le corresponde la “filosofía” de la que a su vez se
derivarán las ciencias y a la facultad de la “imaginación” le va a corresponder
la poesía que daría paso a las “Bellas Artes”.
Es así como las incipientes artes liberales del medievo,
que paulatinamente fueron cambiando a “artes nobles” o “artes elevadas”, hacia
el año de 1750 adquirieron la categoría de “Bellas Artes” apoyándose en los
términos de estética y belleza. Entonces ya se puede hablar de la “romántica”
idea de Arte y Artista que conocemos hoy en día.
Con la institucionalización de la Ciencia y el Arte y con
el capital como modelo económico emergente, podemos hablar de la modernidad
como paradigma, al cual le corresponde la idea de universalidad en el gusto y
el conocimiento, la división del conocimiento, la idea del hombre que domina a
la naturaleza a través de la razón, la razón por encima del sentimiento, por lo
tanto la valoración de la objetividad sobre la subjetividad.
Ya en el siglo XIX con la Revolución Industrial, se
sumarían la idea de “Progreso” y el valor a lo “Nuevo”. Estas nuevas ideas
repercutirán a la humanidad en lo social, lo económico y desarrollo de
pensamientos y manifestaciones artísticas y culturales. Es por ello que
hablamos de paradigma y no de un simple cambio de estética o división
histórica, porque nos referimos al modelo en su conjunto.
Según los historiadores, la edad moderna termina en el
siglo XVIII y en el siglo XIX comienza la era Contemporánea. Por eso es preciso
hablar en términos de paradigma y no simplemente de épocas marcadas por un
período histórico, ya que todo lo que implica el modelo moderno va a
permear todo el siglo XIX y hasta parte del XX.
A la par de la era industrial que comienza en el siglo
XIX, los conflictos políticos entre las naciones se agudizan y las primeras
décadas del siglo XX estarán marcadas por las guerras, y los grandes avances
del hombre en la ciencia, se harán presentes con el uso de las armas nucleares
en la Segunda Guerra Mundial. Es así como la ciencia que significaba el dominio
del hombre sobre la naturaleza sumados con la idea de progreso y evolución, se
convierten en la gran paradoja del desarrollo de la humanidad: el hombre se
destruye a sí mismo.
Fredric Jameson en su libro “El Giro Cultural”, ubica
junto a filósofos marxistas y no marxistas, historiadores y algunos artistas,
el inicio de la Postmodernidad después de la Segunda Guerra Mundial, porque
después de la destrucción masiva, vinieron muchos cuestionamientos que
invitaban a una reestructuración social y del pensamiento que caracterizaba a
la modernidad.
En materia de arte, este cambio se vio reflejado con las
propuestas de vanguardia, que fueron la antesala a las manifestaciones
artísticas postmodernas que comenzaron en los sesentas, como nos habla de ello
Jean François Lyotard en “La Condición Postmoderna”.Así la primera mitad del siglo XX, además de estar
marcada por las guerras y sus posteriores revoluciones, se generó corrientes de
pensamiento y manifestaciones artísticas que influirían en la llamada era del
postmodernismo.
La Teoría del psicoanálisis de Sigmund Freud, la visión
epistemológica de Claude Levi-Strauss, los estudios de semiología de Ferdinand
Saussure y los de semiótica de Charles Sanders Peirce, el existencialismo de
Jean Paul Sartre o los estudios hermenéuticos de Heidegger , sumados a las
corrientes de vanguardia que querían romper con al academicismo y con la idea
de lo “bello” como el expresionismo, el cubismo, el arte abstracto, y de
crítica política y social como constructivismo, el dadaísmo y el surrealismo,
van a ser consideradas la última brecha de la modernidad en el sentido de
“Estética” y “estructura”, y a su vez van a abrir el paso al paradigma de la
postmodernidad, que se comenzara a manifestar en los años sesentas.
El modelo o paradigma postmoderno, implica una
restructuración de elementos y conceptos dados en la modernidad, es decir, que
algunos rasgos que antes eran subordinados, ahora pasarían a ser dominantes y
viceversa, algunos que eran dominantes quedan en segundo plano. Es por ello que
más que definir a la postmodernidad por sus características, la podemos abordar
por las rupturas que supone.
Si la modernidad apostaba a lo “nuevo” y a la idea de
“progreso”, ahora esos son temas secundarios que no determinan en lo absoluto
la producción artística, la distancia entre el “arte” y lo cotidiano, queda
rebasada por la relación entre la producción cultural y la vida social, es por
eso que arte y artesanía no tienen por qué estar separados, por lo tanto el
arte se suma a la cultura popular.
Desaparece la división entre “cultura superior “y
“cultura de masas”, ahora se busca la conexión con la sociedad. Se apuesta por
la desaparición de “formas” e instituciones establecidas como la universidad,
museos, academia y otros modelos canónicos que dictaban posturas universales.
De la misma manera, pensamientos que influyen en la
actualidad como son los de Jean François Lyotard, Michel Foucault, Gilles
Deleuze o Jacques Derrida (por mencionar algunos), ya no pueden ser
encasillados únicamente a la disciplina de la filosofía, porque la política,
los estudios sociales, la fenomenología, la semiótica, la epistemología y la
antropología (entre muchas otras disciplinas del conocimiento), quedan
mezcladas y conectadas en los pensamientos de éstos y muchos autores
contemporáneos.
De la misma manera como se rompió con la representación
en la pintura desde finales del siglo XIX, se rompe con el discurso narrativo,
con la lógica lineal y con la hegemonía de las ramas del conocimiento. Ahora se
plantea una lógica horizontal del conocimiento, en donde tienen cabida todas
las conexiones posibles de conocimientos, rompiendo así la división entre
subjetividad y objetividad, cuerpo y pensamiento, ciencia y arte, es decir la
postmodernidad es representada por la interdisciplina.
Modernidad y Posmodernidad (Dimensión Epistemologica)
El desarrollo social y
los cambios de pensamiento a través de la historia han
generado nuevas realidades y nuevas formas de ver, interpretar y
explicar las mismas. Esto ha permitido la aparición de diferentes paradigmas, los
cuales asumen una visión del mundo, de los fenómenos naturales o
sociales ajustada a sus parámetros de verdad, conocimiento, ciencia. En
este sentido, la humanidad pasó de
la explicación divina, esotérica, cósmico de los fenómenos naturales y
sociales, a la explicación racional, instrumental y formal, expresada por el
pensamiento Cartesiano; y de esta última a una
explicación basada en la racionalidad dialógica. Surgiendo,
con ello la modernidad y la posmodernidad, paradigmas que se
han correspondido con su momento histórico.
MODERNIDAD:
Desde el siglo XV los científicos que convivían con la
filosofía, la astrología, la metafísica, lo esotérico, iniciaron una lucha
contra el predominio del principio teológico, que constituía el orden feudal, a
fin de constituir una única vía de explicación de la realidad natural y social,
la ciencia. En consecuencia a partir del siglo XVIII, los
científicos buscaban desde la racionalidad, con conceptos y
teorías específicas, dar respuesta a la realidad, excluyendo lo
religioso, esotérico, cósmico y el azar del origen y de la interpretación de
los fenómenos, emergiendo con ello un nuevo paradigma, la ciencia como verdad
absoluta. Desde la racionalidad se le empezó a dar respuesta a los fenómenos
naturales y sociales.
La ciencia moderna, como única fuente de la verdad fue asumida
por intelectuales de la época entre ellos Descarte, para quien la esencia del
razonamiento y la demostración teórica era la razón pura y la objetividad
era la garantía de la aplicación del método científico. Este racionalismo se
fundamentó en las matemáticas. Delimitando como objetos o problemas de la
ciencia las dimensiones cuantificables de la realidad, todo aquello que se
pudiera medir, pesar, cuantificar.
Sin embargo, surge un nuevo planteamiento propuesto por Bacon:
el empirista. Este nuevo enfoque estableció que el origen del
conocimiento estaba en la experiencia del investigador y la esencia última del
conocimiento estaba en el objeto de estudio, por ello el método científico
debería ser el inductivo, oponiéndose en parte al enfoque racionalista
quien le daba preferencia a la observación y a la experimentación. Galileo
complemento ambos criterios, al introducir en la ciencia moderna el criterio
de la razón experimental integrada con el fundamento matemático de la medición
de la realidad.
En ambos enfoques, el racionalista y el empirista, se excluye la
subjetividad, adoptándose lo racional y objetivo. De esta manera emergió un
nuevo concepto de la ciencia, de la realidad, de la vida y del universo. Esta
nueva concepción de la ciencia es consolidada por científicos como Kant,
Hegel y Newton, este último concretó la visión de la realidad como una gran
máquina, compuesta por piezas, asemejándola en su perfección al reloj.
Igualmente, Darwin con su teoría evolucionista contribuyó a la consolidación de
la modernidad al descartar el origen divino del hombre.
En la modernidad, se considera al conocimiento científico como
el más acabado y valedero producto del intelecto humano. Este
conocimiento se caracteriza por: la racionalidad formal, la cuantificación, la
objetividad, la sistematicidad, la generalidad, la falibilidad y la
verificabilidad.
Dentro
de los paradigmas que caracterizan este periodo en el ámbito gerencial se
encuentran los siguientes enfoques que se fueron desarrollando paulatinamente:
Mecanicismo:
representado por las leyes deterministas de movimiento de Newton, que se
caracteriza por el hecho que toda causa tiene un efecto. La visión
reduccionista –mecanicista aborda aborda los elementos desde el punto de vista
que todo fenómeno o hecho se puede dividir en partes pequeñas que son
independientes de las demás, para ser estudiadas de forma aislada y de esta
forma explicar su comportamiento. El enfoque mecanicista se desarrollo en las
organizaciones en los principios de la especialización del trabajador, la
división del trabajo, la estructuración de los cargos, la jerarquía y la
adecuación de los medios a los fines.
Orgánico:
Posteriormente en el siglo XX surge un enfoque interdisciplinario que deja
atrás la segmentación de los hechos y la visión de las distintas ciencias, es
decir, va en contra del mecanicismo. Este se enfoque en ideas como la teología,
la síntesis y el expansionismo. Aunado al auge tecnológico que se inicio en la
época y el inicio de la globalización se presentan cambios radicales en la
estructura organizacional, ya no en base a la jerarquización sino del trabajo
en equipo y en red, lo que permitió una flexibilización en los procesos
comunicacionales y de toma de decisiones.
En
cuanto a la importancia de las personas en comparación al enfoque anterior que
era considerado un apéndice de la máquina de trabajo, se les da una mayor relevancia
y protagonismo, donde importan su bienestar individual y grupal.
Transorgánico:
esta visión se enfoca en los aspectos intangibles, es decir, lo cualitativo,
por lo que resalta la importancia de factores como la motivación y la ética.
Bioética:
se centra en la preocupación por la existencia del hombre y sus acciones
irresponsables con su entorno, se enfoca
en la dignidad humana en cuanto a valores y derechos humanos.
ncia y protagonismo, donde importan su bienestar
individual y grupal.
Bioética: se centra en la preocupación por la existencia
del hombre y sus acciones irresponsables
con su entorno, se enfoca en la dignidad humana en cuanto a valores y
derechos humanos.
Llamamos
modernidad, en cada momento histórico,
Al
esfuerzo de obligar a pensar en esta aspiración.
Ello
significa que cada generación tiene su propia modernidad.
En cada
generación hay ideologías que, en nombre de intereses creados,
Trabajan
para crear un oscurantismo en torno a la aspiración de
una
sociedad cultural unida, que
Seria una
gran fuerza para una sociedad creadora y emancipada,
y de la
cual no podemos ni llegar a concebir cuanto humanismo generaría.
MATTA,
1973.
POST-MODERNIDAD:
A finales del siglo XIX, comenzó un movimiento, en el campo de
la física y la matemática, orientado al conocimiento aproximado o verosímil,
frente a la certeza absoluta de la ciencia. Este movimiento se consolido, en
el siglo XX, con la constitución de la Teoría de la Relatividad de
Einstein, con la teoría cuántica de Bohm y con la teoría o principio de
la incertidumbre de Heisemberg. Einstein terminó con el paradigma mecanicista
de Newton al demostrar que el tiempo y el espacio no son lineales, que el
movimiento de un objeto tiene que explicarse según el contexto de referencia y
la posición que ejerza el observador. Por su parte la mecánica cuántica
demostró que no hay certezas sino probabilidades.
Surge entonces, a partir de estos hechos, un nuevo tipo de
pensamiento, un nuevo paradigma, la postmodernidad. Este nuevo paradigma,
reconoce la imposibilidad de la verificación exacta y de la separación entre el
observador y lo observado, convirtiendo las relaciones entre los sujetos en una
comunicación intersubjetiva de la cual dependerán las relaciones con lo
observado y los criterios de verdad aceptados por el grupo.
En este sentido, la postmodernidad se fundamenta en
la utilización de los lenguajes y en la estructura de redes de la comunicación
de los mismos, lo que implica una transformación del concepto de ciencia
y de saber. En consecuencia, el
conocimiento científico postmoderno se caracteriza por: la subjetividad, la
flexibilidad, la particularidad, el sustento en la razón dialógica, verdad
cualitativa y condición holística.
BIBLIOGRÁFIA
Linares
C, Radamés. Posmodernidad e
Información. Departamento de Bibliotecología y Ciencia de la Información.
Facultad de Comunicación- Universidad de la Habana. [Documento en
línea]. Disponible en:http://www.bibliociencias.cu/gsdl/collect/eventos/index/assoc/HASH018d.dir/doc.pdf
Rivas, Elizabeth (2011). MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD. Trabajo de ascenso para titular. Universidad de Oriente. Núcleo de Monagas.
HERRERA, Nireibi LOZADA Gladys . La Modernidad en la Obra de Roberto
Matta y Wifredo Lam. Trabajo
de grado para optar a la Licenciatura en Artes en la UCV. Caracas 1996.
"Modernidad versus
postmodernidad" en Josep Picó. Proceso de la razón. Debats, 14 – 40.
Citado por Luis Brito García en El imperio contracultural: Del rock a la postmodernidad. 2ª ed. Venezuela, Editorial Nueva Sociedad,
1994. 245 pp.